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El Mundial

Avatar del Sophia Forneris

El Mundial se siente como un respiro, un respiro a la crisis que vive actualmente nuestro país. Un respiro necesario que, honestamente ha alegrado más las vísperas de la Navidad.

El Mundial se siente diferente en Latinoamérica. Cuando vivía en Nueva York nunca hubo un cambio en el ambiente en las vísperas del Mundial. La vida seguía con normalidad, algo muy contrario a lo que pasa aquí. Acá es necesario que colegios envíen circulares a los padres comunicando que los estudiantes podrán ver ciertos partidos para evitar faltas repetitivas durante el Mundial. En mi organización, por ejemplo, tomamos el paso lógico de pasar partidos del Mundial en los televisores de las salas de espera. Así garantizamos que no solo los pacientes, sino también nuestros trabajadores puedan ver los partidos.

Lo que hace especial al Mundial es que no tiene que ser tu país el que juega para celebrar un partido. Usualmente, los latinos unimos fuerzas y alentamos a todos los equipos clasificados de Latinoamérica. Creo que todo el Ecuador vio el último partido de la Tri. El primer partido que un anfitrión del Mundial pierde.

Yo no soy ninguna técnica deportiva, ni tengo habilidades futbolísticas. Lo que sí sé es que el fútbol en Ecuador ha cambiado, ha ido evolucionando, lo cual se vio reflejado en el último partido. Una selección joven, sí, pero no inmadura.

Sin embargo este Mundial se siente diferente. Y no hablo de lo inusual que es tener un Mundial sin cerveza en los estadios. Ni los problemas alrededor de los derechos humanos que tiene Qatar. Lo digo porque salimos de una pandemia, una pandemia que detuvo al mundo. Algo que muchos veíamos imposible. También a esto se suma el inmenso tsunami de inseguridad que vivimos los ecuatorianos, que honestamente no va ni para adelante ni para atrás.

El Mundial se siente como un respiro, un respiro a la crisis que vive actualmente nuestro país. Un respiro necesario que, honestamente ha alegrado más las vísperas de la Navidad. Y con eso me pregunto, ¿qué pasaría si gana Ecuador los siguientes dos partidos? ¿Cambiaría la actitud de los ecuatorianos? ¿Ayudaría a aliviar el sentimiento de frustración que sentimos todos?