El plan imposible
Debería darles vergüenza quitar una vacuna a un médico, enfermero o camillero que, a diario, ve el rostro mortal de la COVID en algún hospital del país.
Una carta de los Laboratorios Pfizer, hecha publica a través de las redes sociales, quita el sueño de la Alcaldesa Cinthya Viteri de emprender un plan de vacunación en Guayaquil, la ciudad inicialmente más afectada por la pandemia del Coronavirus. Los laboratorios dejan claro que no hay intermediarios, ni negociaciones que no sean con los gobiernos centrales. El nuestro, permitió a la alcaldesa avanzar en un plan imposible que dejaba de lado a la llamada "iniciativa Covax" de la Organización Mundial de la Salud, OMS y las Naciones Unidas, para evitar que los países ricos y las corporaciones internacionales, acaparen las vacunas y obtengan réditos económicos por encima de las necesidades de los países pobres.
Cynthia Viteri nunca pidió las competencias de la Salud en la ciudad, que le corresponden al Ministerio del ramo, ella pidió un aval del gobierno y este le permitió seguir avanzando pero sin darle el aval y tampoco negándoselo. ¿Show de la alcaldesa o reclamo justo? Reclamo justo, para mí, aun sin estar de acuerdo con la forma. Recordemos que al cerrar el 2020 desde Carondelet se dijo que llegarían 86.000 vacunas en enero y que la entrega de las mismas correspondería a un plan justo y transparente. Nada de eso se cumplió.
Desde el inicio me pareció un -plan imposible- el apremio del Municipio de Guayaquil, pero creí que la Alcaldesa estaba en todo su derecho de intentar una alternativa ante el evidente fracaso de la fase 0 del Plan de vacunación nacional. En la segunda semana del tercer mes, no sabemos con certeza cuántos se han vacunado y quiénes fueron los beneficiados.
Con la llegada del nuevo ministro de Salud, Rodolfo Farfán, el cuarto en esa cartera de Estado en el gobierno de Moreno, se ha cumplido el plazo que otorgó una jueza para conocer la lista de quienes recibieron la vacuna. Pero lejos de lo esperado, el documento no se hizo público sino que fue entregado a la Fiscalía General del Estado. Una altísima fuente de la misma Fiscalía, supo confirmarme que los documentos entregados están incompletos, desordenados y con faltantes. Se han omitido los nombres de los ecuatorianos VIP que recibieron las vacunas sin estar en la lista de aquellos considerados parte de la primera línea de combate al Covid-19.
¿Para qué queremos la lista? para saber quiénes son y porqué se saltaron la fila. Para enrostrar la falta de ética de determinadas autoridades, para recordar que desgraciadamente en este país siguen existiendo los palanqueos y compadrazgos. Para que los VIP sepan que no son intocables y al menos se conozcan sus nombres. Debería darles vergüenza quitar una vacuna a un médico, enfermero o camillero que, a diario, ve el rostro mortal de la COVID en algún hospital del país. Pero que va, tenemos sinvergüenzas por montones.
El plan imposible nos hace aterrizar en el grave momento en que vivimos, asistiendo a una suerte de zafarrancho en el régimen. Un verdadero -muévanse las frutas- en donde hay cabida para todo tipo de rumores, incluyendo una salida anticipada del presidente Lenín Moreno. Los cercanos al Gobierno aseguran que son rumores infundados que se originan entre quienes se frotan las manos desde México. Ellos saben pero callan: Nada está dicho hasta el 11 de abril. Ya veremos cómo se decanta esta segunda vuelta electoral que arranca oficialmente esta semana. Ningún tipo de comentario, logra, empero, desviarnos de la atencion de las vacunas, que se aplican masivamente en Colombia, en Perú y qué decir de Chile que lleva la delantera en América Latina.
Quizás por eso, mi madre, una octogenaria activa y lúcida, que devora las noticias como pasatiempo, mientras sigue prácticamente encerrada por cuidarse del coronavirus, me ha preguntado cuándo va a poder vacunarse. Me ha dicho al teléfono y sin risas, que sabe perfectamente que no tiene un hijo ministro, pero que es su derecho recibir la vacuna, aun sin estar en un asilo de ancianos. Le he respondido que tiene razón y que apenas se habilite la página de internet del Ministerio de Salud la inscribiré. "Hijita, pero eso es un cuento" me asegura y solo puedo decirle que no pierda la fe, a sabiendas que esa página es parte del fracasado plan de vacunación, al menos hasta ahora. El nuevo ministro dijo que la página estará habilitada para las inscripciones en dos semanas. Ojalá pudieramos creer, confiar, aceptar sus promesas... Es difícil, lo sé y en un gobierno saliente todo es más incierto, dudoso, cambiante.