Depredadores del mar y falsos patriotas

En 1970-80 miles de jóvenes creímos que la izquierda era patriótica y democrática. Con o sin organización salimos a las calles y protestamos frente a la embajada de EE. UU. por el saqueo de la riqueza marítima de seis atuneros norteamericanos. Ahora no pasa eso. Son 250-320 gigantescos barcos piratas del imperialismo comunista chino. No solo depredan y roban el mar, sino que además lo contaminan. No son los pocos buques yanquis, sino enormes barcos que pasan meses en el mar. Almacenan miles de toneladas de todas las especies, permitidas y prohibidas internacionalmente. Arrasan con todo. La “izquierda” de hoy: silencio y complicidad con esa acción depredadora de los nuevos piratas del mar, de bandera del imperio capitalista del comunismo chino. Ni Correa y sus acólitos, los indígenas, ni todos los tipos de izquierda dicen y hacen algo. No protestan. Ni sacan a sus seguidores a luchar por este atraco infame y depredador. Solo pocos ecologistas coherentes e inconsecuentes lo hacen. ¡Qué tiempos los de hoy! Ayer, demócratas patriotas auténticos lucharon junto a nosotros. Eran de varias vertientes: liberales consecuentes (como Pancho Huerta), nacional-populistas, como el asesinado presidente Jaime Roldós; socialdemócratas, UNE, FEUE, FESE (de ayer), URJE, etc. Fueron verdaderos patriotas. Los jóvenes de hoy pueden constatar con evidencia que la inmovilidad de muchos movimientos sociales: indígenas, feministas, Lgbti, UNE, FEUE, FESE (actuales), intelectuales y profesionales, etc. no dicen nada contra el saqueo de los piratas del imperialismo comunista chino. Y no es por la pandemia de COVID-19, pues lo hacen por otras razones: presupuesto universitario, atrasos salariales. Hoy no dicen nada ni defienden nuestra riqueza ictiológica porque el imperio capitalista chino con yuanes paga a sus dirigentes y mantiene los lujos de deshonestos jefes políticos.

Esto es un espejo para que se vean a los verdaderos patriotas y demócratas. Del lado de los izquierdistas farsantes solo hay: silencio y complicidad, como muchos correístas, populistas, socialistas, etc. Se evidencia así que solo les interesa asaltar y saquear los fondos públicos. Son izquierda de cafetín, con gustos burgueses, carros y casas de lujo, sin sentido de patria.