Willington Paredes: Votar. Elegir bien comprendiendo todo

Por esto hoy el voto razonado y reflexivo es un deber cívico y político
La responsabilidad ciudadana siempre es importante, pues el voto de los electores demuestra que el poder en las sociedades democráticas lo tiene la opción y acción-decisión de ellos. Sin embargo, el proceso de construcción de la ciudadanía en el Ecuador tiene falencias. Además, los partidos, líderes y organizaciones no favorecen sino que debilitan la consolidación de una racionalidad crítica, analítica y reflexiva de los votantes. En Ecuador predomina el número de votantes-electores antes que de ciudadanos, pues el ciudadano es quien “ejerce su acción pública, política, con opinión propia sobre el gobierno de los asuntos públicos que le son comunes y que están bajo el ámbito de su interés” (Rojas-Portilla, 2004) para él, su familia y el país. Ahora estará solo ante las urnas para escoger qué quiere para el país presente y futuro.
La democracia para politólogos y filósofos de la política es un proceso complejo que implica conocimiento de programas de gobierno y candidatos para la gobernabilidad. Sin embargo, en el país hace décadas se la reduce al voto. Incluso organismos oficiales hacen propaganda sobre esto. Pocas organizaciones llaman al voto informado, reflexivo y crítico. No hay que olvidar que algunas organizaciones y líderes la reducen a votar, elegir y dominar; llaman a votar a los “ciudadanos” pero solo buscan que elijan los candidatos que los caudillos proponen, ya que los aparatos y tiendas electorales son propiedad de gente sin principios ni escrúpulos. Finalmente, quien controla los partidos llama a que el país elija sus candidatos. De ahí que sea importante comprender cómo son, cómo funcionan y qué persiguen esos partidos, caudillos y candidatos. En esencia el ciudadano común y corriente, si quiere ser tal, debe de comenzar por conocer esta curiosa simbiosis que hay entre caudillos, líderes y dueños de organizaciones con los seguidores que eligen en escrutinios amañados. Así manipulan la conciencia de los electores para que elijan a quienes, de antemano, ya habían escogido los caudillos.
Hoy todo eso debe terminar, solo tú, tu conciencia y visión de futuro decide, pues tienes libertad de elegir qué quieres para tu familia y tu país. Por esto hoy el voto razonado y reflexivo es un deber cívico y político.