Xavier Flores: La vocación autoritaria
Vaciar a la democracia de todo lo que la constituye, pero seguir llamándola democracia: tal cosa es el ideal ecuatoriano
El informe 2024 de la corporación Latinobarómetro que lleva por optimista título “La democracia resiliente”, fue publicado en su página web (www.latinobarometro.org) el viernes 20 de diciembre y es un exhaustivo estudio de opinión pública que mide actitudes, valores y comportamientos, para lo cual aplica alrededor de 20.000 entrevistas en 17 países de América Latina, representando a más de 600 millones de habitantes.
El informe 2024 de Latinobarómetro, entre otras cosas, reveló un reclamo por una solución autoritaria en el Ecuador, de una intensidad sin parangón en la región.
“Actitudes hacia el autoritarismo” se denomina el capítulo 4.6 del informe 2024 de Latinobarómetro, que presenta “los indicadores específicos de autoritarismo” para los 17 países latinoamericanos cuyos habitantes son entrevistados. El capítulo se compone de la respuesta a tres afirmaciones. La primera afirmación es: “No me importaría que un gobierno no democrático llegara al poder si resuelve los problemas”.
Entre las respuestas “muy de acuerdo” y “de acuerdo” a esta primera afirmación, el Ecuador registra por encima del 60 % de personas que coinciden con ella, siendo el cuarto porcentaje más alto de América latina (en conjunto con Honduras) y apenas por debajo de Paraguay, Guatemala y El Salvador. Seis de cada diez ecuatorianos no tendrían problema con la llegada de una dictadura, siempre que resulte efectiva para resolver problemas.
La segunda afirmación de este capítulo es: “Está bien que el presidente pase por encima de las leyes, el parlamento y/o las instituciones con el objeto de resolver los problemas”. Entre las respuestas “muy de acuerdo” y “de acuerdo” con esta segunda afirmación, el Ecuador registra el porcentaje más alto de América latina con el 54 %, que es un porcentaje casi 20 puntos superior al promedio regional del 35 % y demostrando a las claras que un dictador no requiere encumbrarse a través de un golpe de fuerza. Un dictador puede emerger también en el marco de una democracia vaciada de contenido, como la ecuatoriana.
Porque la democracia ecuatoriana es un cascarón vacío y los datos de este informe 2024 (de manera muy preocupante) así lo evidencian. El Ecuador es el Estado de América Latina que registra el mayor porcentaje de su población que considera posible que la democracia puede funcionar sin estos tres elementos: el 58 % considera que puede funcionar sin partidos políticos, el 57 % que puede funcionar sin congreso y el 50 % que puede funcionar sin oposición. Cifras que están muy por encima de su promedio regional del 42 %, 39 % y 37 %, respectivamente. Vaciar a la democracia de todo lo que la constituye, pero seguir llamándola democracia: tal cosa es el ideal ecuatoriano.
Por eso es lógico que en la respuesta a la tercera afirmación contenida en el capítulo 4.6 del informe 2024 de Latinobarómetro, “Deberíamos deshacernos de las elecciones y del parlamento y dejar que los expertos tomaran las decisiones por la gente”, el Ecuador también registre el porcentaje más alto entre los países de América latina. Un 50 % de la población está “muy de acuerdo” o “de acuerdo” con esta tercera afirmación.
Estas cifras revelan la vocación autoritaria del pueblo ecuatoriano.