Ciudades rezagadas y sin servicios
La alta demanda de electricidad que originó la reciente ola de calor dejó sin energía a algunos sectores de Guayaquil.
Las ciudades deberían estar preparadas para cualquier imprevisto, más cuando se trata de garantizar a sus habitantes la dotación de servicios elementales. Pero eso no sucede ni siquiera en las grandes ciudades de Ecuador. La oferta que se tiene no es de primer nivel; la infraestructura y la tecnología son obsoletas, por lo que originan cortes frecuentes del servicio, y lo que es más grave: en algunos casos esos servicios básicos no existen.
La alta demanda de electricidad que originó la reciente ola de calor terminó por dejar sin energía a algunos sectores de Guayaquil en días pasados. El hecho que afectó a algunos hogares y negocios, desveló una vez más la incapacidad de administraciones seccionales para evitar que servicios tan elementales colapsen en pleno siglo XXI. Y así, lo que tenemos son ciudades rezagadas por no contar con lo elemental. Esta es la realidad no solo de los barrios de población de escasos recursos sino de aquellos con la mayor plusvalía, como Samborondón, donde sigue habiendo pozos sépticos. Una realidad que únicamente cambiará con mayor conciencia y voluntad política de las autoridades. No hay que esperar a que eventos mayores ocurran para priorizar la inversión en nuevas obras o en el mantenimiento de la infraestructura existente.