Colombia: giro a la izquierda
Toda América Latina, sin empleo, sin salud, sin educación, requiere profundos cambios, pero no al precio de sus libertades’’.
Los resultados de la primera vuelta ya establecieron la voluntad de cambiar del electorado. Por supuesto, resultó sorpresivo que pasaran a segunda vuelta dos candidatos hablando de cambio. Quedó primero uno de izquierda: Petro, figura política de ámbito nacional, exalcalde de Bogotá, con antecedente de exguerrillero. Segundo quedó un populista: Hernández, exalcalde de Bucaramanga, empresario exitoso. La derecha esperó que aglutinándose alrededor de Hernández tendría posibilidades de victoria, pero este desechó cualquier apoyo, esperando que de todos modos tenían que dárselo y continuó insistiendo en el eje de su campaña: la lucha anticorrupción. Petro, en cambio, privilegió en su discurso la búsqueda de la reconciliación nacional, el amor y la más amplia libertad. Evidenció su deseo de no postularse para la reelección.
En lo de fondo, lo que no puede hace es usar los mecanismos de la democracia para luego acabar con ella. Su victoria alegró la vida a los dictadores latinoamericanos. Incluso en el Ecuador, alienta a los dirigentes del paro. Tiene que andar con cuidado en sus relaciones internacionales. Colombia ha venido siendo la joya de la corona democrática y hay muchos interesados en que así continúe y avance en equidad y justicia sin perder sus libertades.