La cultura en crisis
"...va quedando rezagado y casi totalmente olvidado un campo que es también esencial para la vida de los pueblos y que podría convertirse, pese a ideas esgrimidas a priori, en un reactivador económico: el cultural"
La reactivación económica es el gran desafío de quien gane las próximas elecciones. Salir del agujero económico en que la pandemia hundió al país a nivel macro y micro, es esencial si el futuro presidente -quienquiera que sea- busca cumplir al menos una parte fundamental de su plan de Gobierno.
A diario se escribe y se habla mucho sobre los nuevos y más duros desafíos que tienen sectores claves, como el agrícola, los extractivos o el turístico. Sin embargo, va quedando rezagado y casi totalmente olvidado un campo que es también esencial para la vida de los pueblos y que podría convertirse, pese a ideas esgrimidas a priori, en un reactivador económico: el cultural. Teatros y microteatros cerrados, festivales de distintas artes cancelados, rodajes de películas postergados, son la evidencias de que se trata de un sector que agoniza. La actividad cultural se caracteriza por alimentar negocios de otros sectores productivos, sobre todo en lo relacionado a servicios, articulándolos y haciéndolos crecer. Las empresas y activistas culturales han debido, al igual que otras áreas, reinventarse para sobrevivir, poder reponerse y ser rentables. Toca entonces a las autoridades apoyar sus esfuerzos mediante políticas de Estado que potencien su actividad en esta nueva realidad. La tarea es inmediata.