Derecho a entretenimiento barato
Gravar con IVA la entrada del cine, los conciertos y los partidos de fútbol es privar a la clase media y, en muchos casos a quienes menos tienen
En un país como Ecuador, donde los ciudadanos no ven retribuido el pago de impuestos en la calidad de servicios públicos que reciben, el Estado al menos debería cederles el derecho a entretenimiento barato. Gravar con Impuesto al Valor Agregado (IVA) la entrada del cine, los conciertos y los partidos de fútbol priva a la clase media y, en muchos casos a quienes menos tienen, de alternativas económicas de distracción y disfrute.
De nada sirve que el Servicio de Rentas Internas (SRI) haya resuelto dar paso a una rebaja en el pago del Impuesto a la Renta (IR), si la misma ley busca compensar ese sacrificio fiscal cobrando el IVA de forma masiva y sin tomar en cuenta los ingresos de la población más vulnerable. En definitiva, todo terminaremos solventando esos ingresos que busca el Gobierno para financiar su presupuesto, aun cuando la mirada en el cobro de impuestos debería apuntar a otro lado. Si lo que se quiere es sembrar cultura tributaria, deberían empezar exigiendo el pago a empresarios, políticos y funcionarios que, aprovechándose de la falta de un exhaustivo control, evaden tributos o no pagan lo que les corresponde, de conformidad con el estilo de vida que llevan. Aplicar justicia tributaria como se debe y retribuir los pagos con servicios eficientes es el estímulo que requieren los ciudadanos para dejar de ver como una carga estos aportes al Estado.