Editorial: Actuar con contundencia contra la violencia
El desborde de violencia que vive Ecuador solo se combate efectivamente con liderazgo, unidad, decisión y contundencia
Pensar que la violencia se puede combatir exclusivamente en las calles es utópico. Lo sucedido en Guayaquil, en la vía a Daule, evidencia que la situación se desbordó y que el terror que viven zonas como Durán terminará por regarse al resto del territorio nacional. Cada día perdemos más libertad de movilización y el encierro y el miedo están afectando gravemente las economías de todo nivel y de todos los sectores productivos, al punto que la fuga de ecuatorianos en busca de mejores oportunidades en el exterior crece exponencialmente. Sería ingenuo no querer ver que cada vez nos acercamos más a las realidades de Haití o de México. Cualquier justificación resulta extemporánea, es momento de encarar el tema y buscar soluciones.
La violencia se combate fundamentalmente con oportunidades de progreso para todos; invirtiendo nuestros impuestos en educación, atención sanitaria de calidad, medicinas asequibles; rescatando zonas urbanas con inversión pública y privada; no aceptando en nuestras mesas a pillos de poca monta ni a los de cuello blanco. La violencia se combate con gobiernos -nacional y seccionales- con liderazgo, que trabajen coordinadamente, dejando de lado pleitos políticos, y que actúen con decisión y contundencia. Pero, sin duda alguna, la violencia remitirá únicamente cuando todos alcemos la voz al unísono y gritemos ¡BASTA!