Editorial: El bolsillo sufre pese a la ‘baja inflación’
Ninguna cifra macro sirve cuando los alimentos básicos que se llevan a las mesas de los hogares ecuatorianos se encarecen abruptamente
Las cifras oficiales aseguran que Ecuador tiene el índice inflacionario más bajo de la región, pero el beneficio de esa tasa que, hasta agosto estuvo por debajo del 3 %, no se siente en el bolsillo de los consumidores, quienes semana a semana son sorprendidos por repentinas alzas en los precios de los alimentos. El último caso, y uno de los que más llama la atención, es el del limón, que en dos meses llegó a triplicar su valor.
Desde el Gobierno constantemente se ha citado la baja inflación como uno de sus logros, con un país en medio de un mercado global que convulsiona, pero lo cierto es que ninguna cifra macro sirve cuando los alimentos básicos que se llevan a las mesas de los hogares se encarecen abruptamente. Este año ha sucedido lo mismo con productos como la cebolla, arroz, huevos y frutas.
Es verdad que en ciertos casos el encarecimiento responde a la escasez de oferta que el fenómeno de El Niño genera en algunos países de la región, pero ¿cuánto de este problema se debe a la falta de control en los mercados? Hasta la fecha, nada se ha investigado sobre la causa, que los mismos agricultores han denunciado: la ‘viveza criolla’ de comerciantes que retienen el producto en bodegas para con ello generar especulación. En vísperas del invierno, la Intendencia de Policía debe reforzar sus inspecciones, realizarlas periódicamente, para evitar alzas artificiales, por conveniencia.