Editorial: Contra un cartón, cualquiera gana

Las redes sociales han transformado el debate político. Ahora todo es producido, ‘libreteado’, teatralizado

Frente a frente. En un lado, uno de los 16 candidatos presidenciales disponiéndose a patear un balón de fútbol. Del otro, la personificación en cartón del presidente-candidato cuidando el arco. Obviamente, todos los pelotazos que disparó el primero entraron al arco o al menos los que se pueden ver en el video. Más allá de que claramente es un producto audiovisual creado para transmitir un mensaje político en particular, no deja de llamar la atención el punto tan bajo al que ha llegado el debate político.

El rebatir ideas, explicar argumentos, exponer cifras y datos duros ha sido reemplazado por la presentación de ideas pobres, el intercambio de insultos, y el mostrar cifras y datos manoseados. Las redes sociales han transformado el debate político. Hoy todo es producido, ‘libreteado’, teatralizado, como el ubicarse frente a un muñeco de cartón y meterle cinco goles seguidos u organizar un viaje a la selva del Darién para dizque experimentar lo que viven los migrantes.

Hay que separar el real ejercicio de la política de aquella que es producida para el universo de redes sociales. Un político o candidato que no proponga soluciones viables a temas importantes, que no diga cómo ejecutará cada una de sus ofertas y promesas, que no ponga el interés de la mayoría por encima de su propio interés no es un político real, solo sirve para entretener en redes, en una realidad virtual.