Combustibles: el mundo al revés
"… Un negocio ruinoso para el Estado, dichoso para los contrabandistas, beneficioso para los más pudientes y de poca monta para los sujetos del mismo"
Los precios del crudo se forman al interior del mercado del “petróleo de papel”. La semana pasada el crudo se cotizó a precios negativos y, al momento, continúa en territorio de rentabilidad negativa para el crudo ecuatoriano. El precio está sometido, entre otros factores, a la sobreoferta, la falta de espacio de almacenamiento y la poca demanda existente en una economía global en recesión.
Es el mismo mercado en el que se dan las transacciones de los combustibles derivados. En nuestro medio, la fijación en el “subsidio” de los combustibles conforma una discusión agria y estéril. Desde el inicio de la era petrolera hemos, literalmente, quemado casi el 50 % de todos los ingresos en un negocio ruinoso para el Estado, dichoso para los contrabandistas, beneficioso para los más pudientes y de poca monta para quienes se supone son los sujetos del mismo. En “el mundo al revés” en el que vivimos, el régimen vigente de precios internos constituye, al momento, un impuesto al consumo, y cualquier expresión al contrario peca de ingenuidad, desconocimiento del tema o, más probablemente, de postura política.
Y sin embargo, el Gobierno, salvo uno de sus voceros, prefiere enmudecer ante esta realidad.