Editorial: En constante prórroga

La politización de los procesos de selección entorpece la renovación de las autoridades

La politización de los concursos de méritos y oposición junto con un Consejo de Participación Ciudadana y Control Social carente de voluntad para impulsarlos provoca que algunas autoridades de selección se mantengan en sus cargos pese a que terminaron los periodos para los que fueron designados. La primera autoridad de la Fiscalía General del Estado va camino a convertirse en una más en prórroga.

La titular ha demostrado ser tenaz con casos de relevancia pública por lo que ha recibido muchos aplausos, pero también ha demostrado ser selectiva y pisar el acelerador o el freno en unas investigaciones frente a otras, por lo que es cuestionada. Serán los ciudadanos quienes sepan ubicar a las autoridades en el lugar de la historia en el que merecen estar. Pero más allá de los méritos y los errores, este caso y los otros dejan nuevamente a la vista lo deficiente que es el sistema de concursos.

La politización de los procesos de selección entorpece la renovación de las autoridades. Lo que nació como sistemas de designación puramente ciudadanos se corrompió por las ambiciones políticas y repele la participación de los ciudadanos de bien y probos. Este sistema no aguanta más. Hay que sincerarlo para evitar las constantes prórrogas y la eternización de funcionarios.