Editorial | Sin nada que defender
Más allá de los resultados que ya se verán con el tiempo, el silencio de los expresidentes es fiel reflejo de este país
¡Que Ecuador no tiene políticas de Estado! Hay una clarísima: el silencio. Tanto que ha trascendido a los cinco últimos gobiernos. Los cinco últimos expresidentes decidieron acogerse al silencio cuando este Diario quiso conocer de sus propias bocas qué hicieron durante sus gobiernos para combatir el contrabando de combustible, un problema que no es nuevo y acerca del cual los medios de comunicación han publicado decenas de reportajes a lo largo de los años. No pudieron o no quisieron defender lo que hicieron o no hicieron en sus gestiones frente a este problema al que el actual gobierno le ha puesto un cascabel. De los resultados y del seguimiento del Gobierno Nacional dependerá que esta pelea abierta se convierta simplemente en una batalla con escondidos intereses electorales, o en un verdadero frente contra un problema que sangra a las arcas del Estado desde hace décadas. Más allá de esos resultados, que ya se verán (o no) con el tiempo, el silencio de los expresidentes es fiel reflejo del país en el que vivimos. Uno en el que los actos indebidos se dan ante la mirada de los ciudadanos sin que nadie diga, haga ni proponga nada para solucionarlos. Este Diario extiende una vez más la invitación a los expresidentes para que expliquen, por ejemplo, qué hicieron para combatir la corrupción en el IESS, en el Ministerio de Salud, en Petroecuador y otras muchas instituciones. Algo tendrán que decir.