Editorial | Deportación: de desafío a oportunidad

La realidad es que estas deportaciones podrían significar el retorno forzado de más de 30.000 compatriotas

El endurecimiento de las políticas migratorias estadounidenses y su consecuente deportación masiva representan riesgos socioeconómicos inminentes para la región y Ecuador. Y no actuar a tiempo podría traer consecuencias negativas para el país. La realidad es que estas deportaciones podrían significar el retorno forzado de más de 30.000 compatriotas, algunos con deudas significativas y otros con perspectivas laborales limitadas. Más preocupante aún es el impacto en las remesas, que constituyen un pilar fundamental de nuestra economía, pues más del 70 % de esos capitales provienen de Estados Unidos.

El problema demanda una respuesta rápida del Gobierno. Es imperativo que con ayuda de la empresa privada se empiece a implementar programas de reinserción laboral y de apoyo para el emprendimiento, con acceso a créditos productivos que permitan a los retornados iniciar sus propios negocios, descartando con ello que estas personas se incorporen a actividades ilícitas y se recrudezca el panorama de inseguridad que hoy tenemos. El Estado, por su parte, debería considerar incentivos fiscales para empresas que contraten a personas deportadas. Solo con una respuesta inmediata e integral podemos convertir este desafío en una oportunidad.