Editorial: EE.UU.: ¿se viste de rojo o de azul?

Ecuador debe plantearse lineamientos a seguir frente a los dos horizontes posibles

Hoy se darán las elecciones más polarizadas en la historia de Estados Unidos y el resultado repercutirá en todo el planeta. La candidata demócrata representa la posición más institucional del menú político estadounidense, mientras que el candidato republicano constituye más bien una apuesta a lo desconocido pero que sin embargo responde mucho mejor al rechazo de la población a las fórmulas democráticas que han fracasado en saciar las insatisfacciones de la sociedad, sobre todo de los sectores más golpeados de la economía.

En lo que a nuestro país respecta, aún es complejo saber cuál de las dos propuestas es la que más nos beneficiaría. Sin bien es cierto que el candidato del Partido Republicano ha mostrado mucho más interés en restablecer las fórmulas democráticas en Latinoamérica, en especial en Venezuela, también es cierto que ha tenido una postura racista y hasta displicente con los migrantes de la región. Ante la complejidad de la situación mundial y los extremismos de los dos candidatos que disputan la presidencia de EE.UU., lo prudente para Ecuador es plantearse lineamientos a seguir frente a los dos horizontes posibles, a fin de que favorezcan la continuidad en el apoyo en la lucha contra el crimen transnacional y la potenciación de las relaciones cordiales con este importantísimo socio comercial, con ponderación y pragmatismo en la gestión diplomática.