Editorial | Encrucijada estadounidense

Afronta una delicada situación ya que ni el candidato demócrata ni el republicano están libres de cuestionamientos

Luego del desconcierto que generó el debate entre los dos aspirantes a la Presidencia de Estados Unidos, esta nación, y en especial el partido Demócrata, se encuentran en una encrucijada sin aparente salida, al menos no una que resulte sencilla. La intervención en el mencionado debate del actual primer mandatario del país del norte puso en entredicho sus facultades mentales, al punto de que casi tres cuartas partes de la población piensan que no está en condiciones de ir a la reelección. Sin embargo, la opción de retirarse y de pasar la posta a otra figura del Partido Demócrata reviste también un riego muy alto de perder las elecciones. Ya se dio el caso en la segunda mitad del siglo pasado, lo cual significó un rotundo fracaso y la pérdida del poder, sentando un precedente histórico que atormenta a analistas e historiadores. La prensa señala al círculo más cercano de asesores del actual presidente de EE. UU. y a su cónyuge como responsables de haberlo convencido de postularse, pese a su negativa inicial.

La gran potencia mundial afronta una delicada situación, ya que ni el candidato demócrata ni el republicano están libres de cuestionamientos. Pero la preocupación sobre si triunfan los unos o los otros se extiende al planeta entero dada la dirección que están tomando las principales democracias de Occidente y los numerosos conflictos bélicos en curso.