Editorial: Escuchar a la academia
En Colombia y otras naciones, la participación de las universidades ha sido clave para superar escollos que emergen en crisis
Ecuador no carece de ideas para salir del estancamiento en que se encuentra, sin embargo, hace falta coordinación y voluntad política para que autoridades nacionales y locales se acerquen y escuchen más a la academia, que es una brújula con capacidad para marcar un norte para el país, pero que, lastimosamente, ha sido desaprovechada por décadas. En Colombia y otras naciones, la participación de las universidades ha sido clave para superar los escollos que emergen en las crisis y así seguir una ruta de desarrollo. Un ejemplo, el más cercano, está en Medellín, una ciudad que se apoyó en sus empresarios y catedráticos para dejar de ser la cuna de narcos y centro de tráfico de drogas, que es como fue conocida a fines del siglo pasado y transformarse en lo que es hoy: un nicho tecnológico y de desarrollo urbanístico que ha dado paso a un ‘boom’ turístico, envidiable para cualquier parte de la región.
Los municipios no pueden seguir dando la espalda al aporte de las universidades, las cuales a través de estudios basados en metodologías técnicas, objetivas y alejadas de intereses políticos, plantean soluciones a problemas históricos y recurrentes que tienen nuestras ciudades, como la inseguridad, la falta de planificación urbanística, el mejoramiento del transporte público y otros servicios básicos, que son pilares del bienestar en cualquier sociedad.