Editorial: Los estragos por priorizar la ideología
El episodio demuestra el riesgo que significa para una nación ser gobernada por alguien que prioriza egos e ideología
El torpe e inadecuado comportamiento del presidente colombiano en redes sociales, con el que desafió al presidente de los Estados Unidos, terminó convirtiéndose en un ‘impasse’ diplomático y casi en una guerra comercial. El incidente realmente sirvió para que el mundo pudiera ver lo que significa el poderío de ese país sobre cualquier otro de la región. Pese a tener razón en lo referente al trato que se le estaba dando a los deportados colombianos en los vuelos destinados a su repatriación, debido a que antepuso su dogmatismo, su filiación ideológica y sus problemas personales por sobre el bienestar de sus compatriotas, estos tuvieron que volver a EE. UU., pero presos y en un limbo jurídico. También puso en riesgo la economía de su país, porque si el presidente estadounidense hubiese procedido con las sanciones anunciadas, hoy en día todas las exportaciones colombianas estarían afectadas con el 50% de aranceles para entrar al mercado norteamericano, quitándoles toda competitividad.
El episodio demuestra el riesgo que significa para una nación ser gobernada por alguien que prioriza egos e ideología por encima de los beneficios para el país que lidera. Queda asimismo clara la enorme fragilidad latinoamericana, cuyas economías dependen principalmente de las grandes potencias.