Editorial: Evitar las distracciones
La capacidad de distinguir entre las verdaderas amenazas y las distracciones intencionales es clave
El aumento de la vigilancia en áreas clave para el combate de la criminalidad es una estrategia fundamental. La permanencia de la Policía y de las Fuerzas Armadas en zonas estratégicas para el tráfico de drogas es esencial para prevenir retrocesos que podrían agravar la inseguridad. Estas medidas no solo buscan reducir el impacto del crimen organizado, sino también evitar que estas organizaciones se fortalezcan.
Es crucial que las operaciones no se limiten a intervenciones temporales, sino que se mantengan de manera prolongada para garantizar un impacto duradero. También es importante estar alerta ante las tácticas distractoras de los grupos terroristas que quieren desviar la atención de las fuerzas de seguridad de zonas como Durán, hacia otras áreas menos vigiladas, para facilitar el tráfico y almacenamiento de drogas. Estas distracciones, si no son detectadas a tiempo, pueden llevar a la realización de movimientos erróneos que comprometan la efectividad de las operaciones de seguridad.
Para contrarrestarlas, es imprescindible el empleo de una inteligencia avanzada que les permita identificar y anticipar los movimientos. La capacidad de distinguir entre las verdaderas amenazas y las distracciones intencionales es clave para evitar caer en trampas que debiliten la lucha contra el narcotráfico.