Editorial: Evitemos el caos
Unificar los cortes de energía y mantenerlos en horarios estables es una solución viable para mitigar el impacto
La organización del tiempo se ha vuelto un tema muy complicado debido a los cortes de energía eléctrica, que se presume responden a criterios técnicos, pero que deberían considerarse con mayor detenimiento, pues complican la vida de los ciudadanos y perjudican la actividad productiva y comercial del país.
Cuando los cortes no siguen un patrón estable y predecible, se vuelve casi imposible organizar actividades laborales, reuniones de trabajo, turnos de fábrica, presentaciones culturales o incluso gestionar las tareas más simples en el hogar, como cocinar, limpiar o hacer deberes escolares. Así, el resultado es un caos generalizado en el que las empresas y trabajadores deben ajustarse continuamente a un calendario que cambia cada semana y, muchas veces, sin previo aviso.
Frente a este panorama surge la interrogante de si no sería mejor unificar los horarios de los cortes y mantenerlos continuos semana tras semana. En el ámbito laboral esto permitiría que las empresas programen sus turnos, los comercios organicen sus horarios de apertura y cierre, y que en los hogares se planifiquen las tareas domésticas. Es necesario replantear los criterios bajo los cuales se establecen las interrupciones del suministro eléctrico, poniendo el bienestar de la sociedad en el centro de las decisiones.