Editorial | Es hora de pensar en el empleo
Entre esas industrias afectadas está la de la construcción, encabezada por empresas cementeras y productoras de hierro
La suspensión de apagones prevista desde mañana, si bien genera un alivio merecido para los hogares ecuatorianos en plenas festividades, significa al mismo tiempo trasladar la carga de la crisis eléctrica hacia industrias claves, sin que hasta ahora el Gobierno haya dado señales de estar evitando que las consecuencias negativas de esta medida afecten el empleo. Entre esas industrias está la de la construcción, encabezada por empresas cementeras y productoras de hierro, que deberán desconectarse por 15 días del sistema nacional eléctrico, abonando con ello a la contracción económica que este sector ya ha venido enfrentando durante este año y que no solo se debe a los apagones, sino a la falta de políticas que garanticen el financiamiento privado y público para la compra y oferta de viviendas. Asumiendo que el Gobierno no tiene otra salida que desconectar a estas empresas, las autoridades deberán exponer cuáles son las vías previstas para garantizar la sostenibilidad de las plazas de trabajo a puertas de un 2025 que inicia sin mejoras económicas significativas. Es hora de pensar en el empleo de calidad, que cada vez pierde más peso en las estadísticas, versus una informalidad laboral imparable que ya alcanza a más de la mitad de la población.
Reactivar la economía sigue siendo un desafío gubernamental y eso no se consigue desoyendo al sector productivo.