Editorial: Que cada impuesto se devuelva en servicios
Si por la crisis fiscal el Gobierno busca recursos, entonces que empiece casa adentro
La crisis económica generada por los apagones deja al desnudo otras crisis sociales atadas a la carencia de servicios básicos eficientes, los cuales no guardan proporción con la elevada carga fiscal que hoy soportan empresas y hogares. Esto porque los gobiernos de turno, cualesquiera que estos sean y sin discriminar épocas, no se han atrevido a compensar dichas exacciones.
La realidad desafiante que afronta el país debe servir para reivindicar los objetivos del sistema de recaudación: hacer que cada centavo que paga el ciudadano sea retribuido con servicios que eleven su calidad de vida, hoy afectada por cortes de energía diarios, que incluso han empezado a comprometer el abastecimiento de agua en varias ciudades. Una realidad parecida a la de países como Cuba y Venezuela, a la que no debemos acostumbrarnos y que hay que evitar.
La política impositiva debe reconstruirse, pero no creando nuevos impuestos sin justificativos reales, como aquel con que se pretende gravar la venta de carros usados, bajo el argumento de contrarrestar el lavado de activos. Se requiere además que este tipo de decisiones estén ligadas a un mínimo de coherencia. Si por la crisis fiscal el Gobierno busca recursos, entonces que empiece casa adentro, volviendo más eficiente el gasto público y no recargando a la población con más tributos.