Editorial: Impuestos sin contraprestaciones
El país siempre ha presentado indicadores bajos en desempeño económico y social
No solo es el problema de los cortes de energía y no es el actual gobierno el único responsable. La calidad de vida de los ecuatorianos nunca ha tenido estándar de primer mundo. El país siempre ha presentado indicadores bajos en desempeño económico y social, y si bien cuenta con una buena agroindustria, no se puede hablar de manufactura avanzada o de desarrollo científico y tecnológico, ni de una educación de excelencia y al alcance de todos, menos de un sistema de salud pública idóneo.
Pese a que todas las personas en Ecuador, en teoría, tienen acceso a justicia, salud pública y educación, servicios básicos y libre movilidad, en la práctica son enunciados que no se cumplen por la inseguridad reinante, carreteras en mal estado, hospitales desabastecidos y tomados por mafias, falta de infraestructura sanitaria y educativa, y un sistema de calificaciones que favorece la mediocridad.
Si el Gobierno fuese consciente de la ineficiencia del Estado y consecuente con la ciudadanía, contando con apoyo de los asambleístas debería disponer la entrega de un bono tributario a los ecuatorianos. La función de este bono sería la de compensar a los contribuyentes por los servicios que deberían proveer eficientemente las instituciones estatales en contraprestación por los impuestos que recauda el fisco. Así debería ser mientras estas realidades no cambien.