Editorial | Inversión: menos envidia, más acción
Las ciudades peruanas logran que cadenas hoteleras de renombre se fijen en ellas
Ver cómo los inversionistas extranjeros compiten por ingresar a Perú, un mercado que además de seguridad les promete mayor rentabilidad para sus capitales, no solo debería de llenarnos de envidia, sino de vergüenza, al vivir en un país que incluso teniendo un potencial turístico parecido, no logra los resultados deseados. En Ecuador, mientras varios municipios despilfarran millones de dólares en inútiles conciertos, Tumbes, Piura y otras ciudades peruanas logran que cadenas hoteleras de renombre se fijen en ellas.
La semana pasada EXPRESO hizo un esfuerzo por desplazar un equipo periodístico a esos lugares para descifrar la fórmula que emplea el vecino país para hacer que sus mercados sean más atractivos. La clave: una política de Estado que protege a inversionistas y la unión de representantes empresariales y de la misma comunidad para diseñar estrategias conjuntas y remar en una misma dirección.
La intención de este esfuerzo ha sido la de demostrar a la clase política cómo en un escenario parecido al nuestro, cuando se tiene voluntad, se logra articular acciones y obtener resultados concretos; no obstante, también es un llamado de atención a todos nuestros lectores, para que no permanezcan impávidos ante la falta de políticas de desarrollo y actúen para evitar que el país marche hacia un desastre nacional.