Editorial: Irrespeto constante

Recuperar la confianza en el sistema exige un compromiso real con la legalidad, la transparencia y la ética

El irrespeto a los procedimientos y normativas legales se ha convertido en una constante alarmante en el país, afectando la legitimidad de las instituciones y la confianza ciudadana. En procesos clave como las elecciones de autoridades del Consejo de la Judicatura, o la selección de jueces de las Corte, las irregularidades y manipulaciones son evidentes. Estas prácticas, lejos de fortalecer el Estado de derecho, lo debilitan, permitiendo interpretaciones sesgadas y vulnerando los principios de transparencia y justicia que deberían guiar a estos procesos.

Un caso particularmente notorio es la aparente intención de aplicar nuevas perspectivas o desconocer la normativa establecida en la Ley de Elecciones durante las transiciones presidenciales. Estas estrategias, que buscan reinterpretar o forzar la ley a conveniencia, no solo muestran un desprecio por el marco legal, sino que también desestabilizan el sistema político.

El impacto de este irrespeto sistemático a la normativa no se limita al ámbito interno; también afecta la percepción externa. La inseguridad jurídica resultante desincentiva la inversión extranjera, crucial para el desarrollo económico.

Los inversores buscan entornos donde las reglas sean claras y respetadas, algo que, bajo el actual contexto de manipulación legal y falta de institucionalidad, parece cada vez más lejano.