Editorial: Lecciones y alarmas desde Europa
El triunfo arrollador de la derecha y de la extrema derecha en Europa ha hecho que muchos analistas vean un símil
El triunfo arrollador de la derecha y de la extrema derecha en Europa llega con muchos mensajes, algunos para países que pueden considerarse distantes, como el Ecuador.
Para comenzar, está el hartazgo que los europeos sienten con el discurso estigmatizante y moralmente superior que la izquierda populista ha tenido con quienes no están en su línea ideológica. El considerar que una persona es ‘facha’ o fascista porque consume ciertas cosas o porque no se adhiere al lenguaje de la corrección política es una de las cosas que tienen al ciudadano común y corriente exhausto. Pero también hay mensajes preocupantes, como el crecimiento de ciertas posiciones abiertas a fórmulas autoritarias y antidemocráticas representadas por caudillos, como en el caso ruso, que pretenden socavar las instituciones democráticas occidentales, como los derechos individuales. Esto ha hecho que muchos analistas vean un símil con la llegada de los nacionalismos y autoritarismos que llevaron a la Segunda Guerra Mundial en los años 30 del siglo pasado.
Pero en los resultados también hay mensajes que son lecciones de democracia. El presidente francés, por ejemplo, ha convocado a elecciones parlamentarias para que si el pueblo tiene la intención de cambiar el rumbo político de Francia, lo haga en uso de su legítimo derecho.