Editorial: Cómo llegamos a esto
La permisividad y la connivencia de un régimen que gobernó durante una década favorecieron la desinstitucionalización
La debacle de hoy es resultado de lo que se gestó por más de 15 años. Sin embargo, sus principales causantes se desentienden de su responsabilidad tratando de endosarla a terceros, proclamando porfiadamente que “los corruptos siempre fueron ellos”. No logran ver que esa afirmación los convierte en cómplices, pues la corrupción que destruye al país se multiplicó y se consolidó mientras ostentaron el poder. La permisividad, la ineptitud y/o la connivencia de un régimen que gobernó durante una década favorecieron la desinstitucionalización y la descomposición de la sociedad en casi todos sus estamentos. El crecimiento desmesurado de la burocracia, el ingreso indiscriminado de migrantes, la polarización y exacerbación social, la tolerancia al coimeo y a sobreprecios en la inversión pública, la metida de mano en la justicia y en los fondos de la seguridad social, la creación de la inútil Función de ‘Transparencia y Control Social’ y el irracional Código de la Democracia, más la puesta en vigencia de la tabla de consumo de drogas, así como los cambios en la educación que fomentan la mediocridad en los estudiantes y la merma de autoridad de los maestros, etc., blindados por una constitución infranqueable, han conducido al Ecuador al laberinto del que no logra salir. No llegamos a esta situación por arte de magia. La ciudadanía debe refrescar la memoria y no volver a equivocarse.