Editorial: Municipios eficientes e independientes
La experiencia de otras ciudades latinoamericanas que han implementado divisiones administrativas ofrece aprendizajes
La propuesta de Tumbaco de separarse de Quito y convertirse en un municipio independiente es viable, y muy probablemente permitiría garantizar una administración más eficaz y equitativa. Los ejemplos de Bogotá, Ciudad de México y Lima demuestran que la descentralización administrativa puede conducir a una gestión urbana más eficiente, participativa y adaptada a las realidades locales.
Las necesidades de una comunidad pueden variar significativamente dentro de una gran ciudad. Al dividirse en municipios más pequeños, cada área puede implementar políticas y proyectos más alineados con sus características y demandas específicas. Las administraciones locales más pequeñas tienden a fomentar una mayor participación de los ciudadanos en los procesos de toma de decisiones, fortaleciendo la democracia y la transparencia, y promoviendo un desarrollo urbano más ordenado y sostenible. La descentralización, además de permitir una distribución más equitativa y eficiente de los recursos, logra que las inversiones públicas respondan de manera más directa a las prioridades locales. Es imperativo considerar esta opción en los grandes conglomerados urbanos del país para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y fomentar un desarrollo urbano más justo y sostenible. Una alcaldía mayor con alcaldías menores pueden marcar la diferencia en el bienestar común.