Editorial: La misma norma de seguridad para todos
Si existe más seguridad, no solo el alcalde de Durán, sino todas las autoridades deben tener menor protección policial
Si un informe policial baja el nivel de riesgo del alcalde de Durán, basado en los datos de georreferenciación del delito en el país, también debería bajarse el nivel de riesgo del presidente de la República, de los ministros de Estado y de las demás autoridades que reciben protección de un nutrido número de efectivos policiales porque, según sus propias expresiones, ahora existe más seguridad en el territorio nacional.
Si existe coherencia en las decisiones gubernamentales, todos los custodios de autoridades deberían inmediatamente volver a las calles para brindarle seguridad a la ciudadanía que, pese a los anuncios oficiales, no se siente segura ni en Durán ni en otras ciudades que siguen a merced de los grupos criminales. Las reglas deben ser iguales para todos, sin distinciones que conlleven favoritismos hacia unos o que vayan en contra de otros.
No se puede negar que hay mayor presencia de cuerpos de seguridad en las calles, lo que hace presumir una reducción del número de delitos y crímenes, pero eso no quiere decir que se haya exterminado a los grupos narcoterroristas ni que se haya dado una depuración de los malos elementos del sistema judicial, lo cual es fundamental para recuperar la seguridad. La aparente calma puede ser solo una migración interna de las bandas.