Editorial: Políticas de Estado para atraer la inversión
El panorama portuario actual debería llevarnos a reflexionar sobre la débil política pública que tiene el país
Los atascos en los puertos se han vuelto recurrentes en Ecuador. Hay agentes que tienen más de 20 días sin poder retirar importaciones. Antes, porque el sistema aduanero no funcionaba, hoy porque Aduana sigue careciendo de aforadores que liberen a tiempo la carga. La situación podría volverse más crítica porque el comercio se alista para la temporada alta, con el arribo de las compras por Navidad.
El panorama portuario, además de preocuparnos, debería llevarnos a reflexionar sobre la débil política pública que el país tiene para resolver problemas como este, que acarrean un fuerte impacto a la economía nacional. No solo porque el comercio se estanca, sino porque el país se vuelve un mercado cada vez menos atractivo para la inversión. De continuar así, Ecuador nunca podrá atraer proyectos extranjeros, como sí ocurre en países como Perú, que se apresta a operar el megapuerto Chancay bajo la expectativa de multiplicar su desarrollo.
Pero no solo es la falta de gestión y visión pública, existen otros problemas que venimos acumulando, como si el objetivo final fuera alejar aún más al capital extranjero. Un alto índice de violencia sin visos de ser controlado, la falta de seguridad jurídica y la crisis energética que amenaza con un nuevo periodo de apagones, son otros temas que requieren de soluciones urgentes estructurales, no simples parches.