Editorial: Punto de quiebre para rescatar al país
Estos no son momentos para cálculos electorales o ‘vendettas’ personales; no caben los intereses particulares
Hoy, más que en ningún momento de nuestra historia como república, resulta crucial la unidad de toda la sociedad ecuatoriana para llevar adelante esta guerra inédita por recuperar al país. La supervivencia del Estado como entidad que sea capaz de garantizar la coexistencia pacífica y libre dentro de nuestras fronteras requiere del esfuerzo y sacrificio conjunto de gobierno, academia, fuerzas productivas, profesionales, ciudadanía y, fundamentalmente, de aquellos que, en su mayoría, han sido determinantes y responsables, con sus decisiones u omisiones, de conducir al Ecuador al caótico escenario actual: los políticos. Estos no son momentos para cálculos electorales o ‘vendettas’ personales; no caben los intereses particulares. Del Ejecutivo se espera un liderazgo de estadista; de la Asamblea, el apoyo incondicional e irrestricto al gobernante para que el combate contra el poderoso enemigo que enfrentamos sea contundente y efectivo; para que la Fiscalía y los funcionarios del sistema de justicia y de las entidades de control que no han sucumbido a la corrupción puedan depurar la institucionalidad y conducirla a su consolidación; para que las fuerzas del orden puedan desplegar su labor de defensa de la población y ataque al terrorismo y narcomafias sabiéndose amparadas por las leyes vigentes. Hemos llegado al punto de quiebre y no existe otra opción para poder rescatar al país.