Editorial: Transparencia en contratos energéticos

Hay que prender la luz en medio de la opacidad que generan estos procesos contractuales millonarios

Los apagones se han ido y el Gobierno se desafía a dar sostenibilidad a esta medida invirtiendo en mayor generación energética. Pero la alegría de las fechas y el alivio que significa soportar cada vez menos cortes del servicio no debería distraernos de un aspecto muy importante: conocer el detalle de cómo se han venido cerrando estos contratos que, siendo necesarios, han sido puestos en tela de duda por el mismo Gobierno. 

Hay que prender la luz en medio de la opacidad alrededor de estos procesos contractuales millonarios que fueron firmados con el fin de dotar de generadores fuel oil a las plantas eléctricas en Salitral y Quevedo, y sobre los cuales el Ministerio de Energía ha admitido que se ha caído en retrasos desde noviembre pasado, entre otros incumplimientos. 

Ahora que Contraloría ha abierto un estudio para identificar irregularidades, las autoridades deben estar abiertas a entregar información con total transparencia y evitar así cualquier desvío de recursos. En juego está cada centavo que se saca del bolsillo del ecuatoriano. La urgencia de la contratación pública no tiene el fin de saciar intereses económicos particulares, sino el de dar una solución rápida, eficaz y justa a cualquier problema ciudadano. No basta con anunciar sanciones a funcionarios por las demoras que existen en la ejecución del contrato, hay que acaba con la opacidad de este proceso.