Editorial: Más transparencia, menos corrupción
Tras la revelación de varios casos de corrupción, el país ha vuelto a tener la esperanza de una depuración de la Justicia
La falta de transparencia siempre será una ventana para camuflar u ocultar actos irregulares. Y de ella podría carecer la reciente resolución que el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) ha emitido para clasificar y custodiar, bajo estándares aún desconocidos, información pública de forma reservada. El anuncio ha generado cuestionamientos sobre la necesidad de bloquear el acceso a documentos claves que pasan por esta cartera de Estado, la cual tiene a su cargo la enorme responsabilidad de manejar con eficiencia las cuentas fiscales que se nutren de dinero público. La discrecionalidad que años atrás se aplicó a ciertos contratos de preventas petroleras que terminaron en irregularidades, despierta suspicacias acerca del riesgo que esto podría representar a las puertas de un nuevo acuerdo con el FMI, la negociación de millonarias concesiones con empresas telefónicas o posible ventas de activos.
El dinero de los ecuatorianos está en juego y mal harían las autoridades en crear barreras para que la opinión pública conozca el teje y maneje de esos recursos. Tras la revelación de varios casos de corrupción, el país ha vuelto a tener la esperanza de una depuración de la Justicia, pero, ¿qué está haciendo el Gobierno para que en las instituciones públicas no se puedan cometer irregularidades? Sin fomentar la transparencia será muy difícil.