Editorial: Transparencia indispensable
La probidad de quienes integren la Corte Nacional de Justicia es un requisito imprescindible para iniciar la depuración
La justicia debe ser realmente independiente para que cumpla con su razón fundamental de existir: dar a cada quien lo que le corresponde.
En un país tomado por la corrupción y la delincuencia, el sistema judicial tiene un rol crucial pues de sus determinaciones dependerá que quienes delinquen sean sancionados de acuerdo a la gravedad de sus acciones; o que se libren de devolver lo robado, de resarcir o revertir el daño causado, o de retribuir a la sociedad el malestar generado, exhibiendo con descaro su impunidad. Los jueces de la Corte Nacional de Justicia están llamados a tomar las decisiones que permitan que los culpables sean sentenciados proporcionalmente a sus delitos o queden libres para disfrutar del producto de sus fechorías, generando rechazo y decepción en la sociedad. Ecuador ya ha llegado a un nivel crítico de descomposición social, por lo que la probidad de quienes integren la Corte Nacional de Justicia es un requisito imprescindible para iniciar el proceso de depuración del aparato judicial nacional. Son inadmisibles por ello las irregularidades y la opacidad que hasta hoy marcan al concurso para la selección de los jueces que la integrarán.
Los ecuatorianos exigen transparencia en el proceso, que cesen los juegos de conveniencias y que los jueces que resulten elegidos no sean parte de ningún engranaje que busque favorecer intereses particulares.