Editorial: Urge actuar ante el próximo estiaje
La escasez de lluvias que se prevé a partir de abril debe ejercer suficiente presión para que los apagones no se repitan
Las lluvias de las últimas semanas han permitido pausar los apagones, pero sin una solución integral, y ante un próximo y amenazante estiaje, el problema constituye una ‘bomba de tiempo’, que en cualquier momento puede volver a estallar, con las conocidas consecuencias negativas que los cortes eléctricos dejan en los hogares y en la economía. La escasez de lluvias que las proyecciones meteorológicas prevén a partir de abril debe ejercer suficiente presión a las autoridades encargadas de que los episodios a oscuras que se dieron en abril y de septiembre hasta el fin del año pasado no se repitan; pero es imperioso que toda acción correctiva se haga de forma integral.
La atención sigue centrándose en la puesta en marcha de centrales térmicas, pero poco o nada se habla acerca de la vetustez del sistema de líneas de transmisión y de distribución eléctrica -que se agravó con los apagones-; o de la necesidad de construir embalses que permitan almacenar el agua que abunda en invierno y que puede ser aprovechada cuando esta escasea en meses de sequía.
El Gobierno ha reconocido que el trabajo de generación debe complementarse, pero debería dar detalles de lo que realmente hace para contrarrestar los riesgos de déficit energético, el cual aumenta conforme se incrementa la demanda de energía de forma anual.