Editorial: Venezuela debe recuperar la democracia

El legítimo presidente venezolano hoy debe posesionarse. El saliente mandatario pretende evitarlo

Las horas y los días que vienen son quizá los de mayor incertidumbre y dramatismo en la historia de la Venezuela contemporánea. Hoy, 10 de enero de 2025, por mandato constitucional se debe posesionar ante la Asamblea Nacional de ese país el nuevo presidente electo, representante de la oposición, quien obtuvo una apabullante victoria en los más recientes comicios. Su triunfo es un hecho que no ha podido ser objetado ni siquiera por el mismo gobierno porque nunca pudo probar nada con las actas del proceso electoral.

El legítimo presidente venezolano, quien ganara las elecciones en julio pasado, hoy, aparentemente, tratará de posesionarse, algo que el saliente mandatario pretende evitar, quizá hasta por medios violentos. De no darse la transición, Venezuela será abiertamente una dictadura, al no cumplirse el mandato constitucional de entregar el poder, y tendría en su contra prácticamente a todo el concierto internacional. Incluso dentro de las fuerzas militares y policiales ya existen divisiones que amenazan la estabilidad del régimen que hoy debe llegar a su fin.

Lo que ocurra en Venezuela marcará la historia no solo de ese país sino de toda la región.

Es de esperar que dada la tensión social reinante no desemboque en hechos de sangre. La democracia debe volver a Venezuela y, si es posible, en absoluta paz.