IESS: Colapso en progreso
"Hay desafiliaciones masivas producto de la pandemia y el desempleo creciente. Hay también, lamentablemente, la creciente certeza de que lo peor está aún por pasar"
En teoría, el régimen previsional (en Ecuador el IESS) debería ser la columna vertebral del ahorro y de los mercados de capital. Si se sumasen todos los aportes que generaciones de ecuatorianos han hecho y se hiciese un cálculo de los rendimientos financieros que tales recursos podrían haber producido, hallaríamos un tesoro de mayor valor que el tamaño de la economía. Pero no es así, la seguridad social vive del día al día con porciones cada vez más pequeñas. En el largo plazo, las brechas actuariales varían entre medio PIB y un PIB, dependiendo de los supuestos que se hagan. La voluntad de cambiar no existe en gobiernos que viven picoteando los ahorros de los afiliados y prometiendo pagar pasivos que no tienen el deseo de cubrir. Por su parte, los afiliados, confrontados con las periódicas denuncias de corrupción en la institución, se rebelan ante la posibilidad de que cambien los tiempos y valores de los aportes, o de que, llegado el momento, no haya pensiones para repartir.
La institución desfallece delante de nuestros propios ojos. Hay desafiliaciones masivas producto de la pandemia y el desempleo creciente. Hay también, lamentablemente, la creciente certeza de que lo peor está aún por pasar.