No más obras para políticos inversionistas
La expansión de las ciudades como Guayaquil, Samborondón, Daule, Durán y otras no puede seguir pensándose en sentido horizontal
Alcaldes y demás autoridades cantonales no pueden seguir equivocándose, planificando y construyendo obras y proveyendo servicios en los sectores donde han comprado terrenos amigos empresarios y políticos inversionistas, como si su verdadera responsabilidad no fuese la de atender a toda la población a través de la ejecución de un plan maestro cantonal integral, que proyecte las ciudades hacia un futuro distinto, de inclusión, salubridad, resiliencia, productividad y sostenibilidad.
Insistir en la construcción del nuevo aeropuerto de Guayaquil en la zona del Daular, sin primero solucionar el problema vial existente, es una insensatez que solo tendría sentido si hubiese intereses de por medio, no de los pobladores de esa zona de la vía a la Costa, sino de los propietarios de predios adquiridos en los últimos años.
La expansión de las ciudades como Guayaquil, Samborondón, Daule, Durán y otras no puede seguir pensándose en sentido horizontal, sino verticalmente, con un mejoramiento de los sistemas de drenaje y de aguas servidas y el aumento de la cobertura de otros servicios, como agua y electricidad, que permitan un mejor aprovechamiento del espacio, hacia arriba y no hacia los lados. Los alcaldes tienen menos de cuatro años para demostrar a los ciudadanos que están pensando en ellos y no en los intereses partidistas y de particulares.