A pedir cuentas al IESS

El Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social no es una caja chica del gobierno de turno, sino una entidad que pertenece a sus afiliados’.

El representante de los empleadores ante el Seguro Social no puede seguir actuando como si no estuviese obligado a rendir cuentas por sus acciones u omisiones a quienes lo designaron para que cumpla con esas funciones, en defensa de los intereses de los afiliados y no del poder político de turno ni de las mafias corruptas que lo están destruyendo. Guardar silencio ante las situaciones anómalas que se registran también es una forma de incumplir con sus mandantes, con los que adquirió el compromiso de velar por la institución de seguridad social y por los recursos económicos que hacen viable la atención en salud y una pensión de jubilación.

El IESS no es una caja chica del gobierno de turno, sino una entidad que pertenece a sus afiliados, quienes los sustentan, puntualmente, con sus aportes mensuales y con las contribuciones que por ley deben hacer sus empleadores, entre ellos las instituciones del Estado.

Los empleadores no pueden permitir que sobre un delegado exista la más mínima sospecha de que pueda ser un aliado de la corrupción, para lo cual debe demostrar con total transparencia de dónde proviene su patrimonio.

Los afiliados por su parte, deben exigir cuentas claras y acciones inmediatas a sus representantes.