Playas contaminadas
Las autoridades nacionales y locales están impávidas ante la alta contaminación de las playas
Que los ciudadanos desconozcan la alta contaminación de las aguas marinas debido al desborde de las alcantarillas en las inundaciones y el desfogue de las quebradas infectadas de microorganismos, no es un aval para que los gobiernos locales y los ministerios de Ambiente y de Salud se desentiendan de lo que está ocurriendo en los balnearios de la costa ecuatoriana.
Las autoridades gubernamentales y los alcaldes de Playas, Salinas, Santa Elena y otros cantones costeros deben asumir la responsabilidad que tienen de cuidar a la población porque lo que está en riesgo es la salud de los bañistas que, sin saberlo, pueden sufrir graves problemas intestinales y contraer enfermedades dermatológicas, sin que conozcan la causa. La fauna marina, que alimenta al país, también corre un altísimo riesgo lo que en el futuro cercano podría provocar mayor escasez de alimento de la que ya existe.
Ni quienes viven de la actividad turística ni los que vierten las aguas servidas en los drenajes de aguas lluvias y en las quebradas van a aceptar que existe contaminación en los balnearios costeños. Pero son las instituciones del Estado, locales o nacionales, las que están obligadas, conjuntamente con los ciudadanos, a cuidar las fuentes de agua, el ambiente y la población. Hagan su trabajo.