Reformar el régimen tributario
La política fiscal se caracteriza por un régimen tributario inadecuado y una política de gasto desaforada. En los últimos doce años han habido treinta reformas tributarias y, luego de ello, la estructura impositiva carece de extensión y profundidad. Uno de cada diez contribuyentes paga impuestos directos. Hay poca cultura tributaria, incluyendo los políticos que aprueban las leyes sobre la materia. Geográficamente, la recaudación está concentrada en Guayas y Pichincha y, por categoría, el 1 % de las empresas contribuye más de cuatro quintas partes del total. La carga impositiva es el 22 % del PIB pero, dado el universo reducido de contribuyentes, la carga de los que pagan supera el 40 %. Los impuestos no crean valor agregado, pero sí serias distorsiones pues el gasto gubernamental de consumo representa el 87 % del total y, al subir los impuestos se extraen miles de millones de dólares de ahorro e inversión potencial que son volatilizados en pagos corrientes no remunerativos.
Las reformas al régimen tributario deben apuntar a la eficiencia, fácil administración y amplia cobertura, y a que esté cotejado con una administración idónea del gasto, alejado del populismo que tanto daño le ha hecho al país.