Samborondón: ¿entre o bajo las aguas?

Las vías internas de ciudadelas ubicadas al borde del río Daule, así como las calles de sectores comerciales aledaños a sus riberas, cada vez con más frecuencia se están llenando con agua, no solo cuando llueve, también cuando hay marea alta. Esto afecta al tráfico del sector, ya que la circulación de vehículos se vuelve más lenta, y por supuesto causa molestias a sus residentes y a quienes lo visitan por temas laborales, de negocios, salud, etc., pues allí se asientan centros comerciales, torres de oficinas e incluso una clínica.

La zona de mayor plusvalía del Gran Guayaquil se encuentra rodeada por los ríos Daule y Babahoyo, es baja y por tanto propensa a inundaciones. Cuando sube la marea, el sistema de drenaje no funciona adecuadamente, no impide el ingreso del agua y esta se acumula en las vías. Ello, además de las molestias para peatones y automotores, contribuye al deterioro del asfalto y a la aparición de baches.

Es evidente que ni la actual alcaldía de Samborondón ni la de su predecesor (y progenitor) han planificado mantenimiento vial ni la construcción de infraestructura adecuada para evitar inundaciones, grave falla considerando las predicciones de subida del nivel del mar debido al cambio climático. Las afectaciones que vemos hoy son solo una alerta de la catástrofe que puede darse a futuro.