‘OP News’, reportarás desde nuestros corazones
Homenaje a un compañero y amigo. Omar Paredes fue conductor de los recorridos periodísticos de Gráficos Nacionales
No era periodista ni fotógrafo, pero Omar Alejandro Paredes Navarrete era EXTRA. En las coberturas de este Diario, sobre todo en las de crónica roja, apenas frenaba la camioneta que conducía, se bajaba y sacaba su celular para fotografiarlo todo. Para subirlo al ‘Face’, con una selfie incluida.
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Leer másInmortalizaba el mundo, pero también se inmortalizaba él. “‘OP News’, reportando en el punto”, publicaba quien fue, durante 29 años, conductor de los recorridos periodísticos de Gráficos Nacionales, editora de EXTRA y EXPRESO. Hacía su trabajo con igual dedicación y pasión para los dos periódicos, pero tenía ‘tatuado’ a EXTRA en su corazón, muy cerca del amor a sus hijos y un escudo de Barcelona.
Por eso, en la redacción de estos Diarios, lo gozaban a Omarcito, a ¡OP, más na’…!, a Tres ‘latitas’ Paredes, como le llamaban por bonachón, por farandulero, por jodón, por buen dato. Porque el “¡Tooodo Belén!”, que usaba para reemplazar al “buenos días”, retumbaba en la recepción donde le pegaban una que otra repelada por bullicioso. Su risa sazonaba las mañanas, las tardes y las noches y se escuchaban hasta el último piso del edificio de la empresa.
Por eso también, enterarnos de que se fue de este mundo, en un silencio que no era lo suyo, sin despedirse el lunes 6 de abril de 2020, 'paró las rotativas', como decimos los periodistas, y nos congeló el corazón por unos segundos. Pero solo unos segundos. A Omar le hubiese molestado que nos hubiéramos quedado en silencio, llorando. Era de los que se montaba al carro y te preguntaba de todo, de los que te hablaba todo el tiempo, sobre todo, de sus hijos. ¿Quién no escuchó, al menos una anécdota, de Terry en la Armada?
Era un GPS parlanchín que te llevaba donde fuera. “No importa, ahí buscamos, pero de que llegamos, llegamos”, decía si alguno de los periodistas no conocía la ubicación exacta de la cobertura. Y llegábamos, con los oídos repletos de su voz, de sus anécdotas, de sus chistes. ¿Alguien vio a Omar Paredes triste alguna vez?
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Leer másAunque su trabajo finalizaba cuando la camioneta se detenía, él terminaba convirtiéndose en camarógrafo, periodista, fotógrafo y comentarista, sobre todo. Era normal verlo con los trípodes o las cámaras. Y, si había algo peligroso de por medio, era capaz de convertirse en sombra para seguirte y que estés bien.
Dicen que cuando alguien muere, los halagos sobran. Pero quienes tuvimos la suerte de trabajar con él o conocerlo sabemos que no hay halagos suficientes para alguien que siempre tuvo una broma, una palabra oportuna u optimismo para regalar. Seguro llegarás allí, a la eternidad, donde no hay ni dolor, ni olor a muerte, ni color sangre: con tus pulgares arriba, y esa sonrisa que contagiaba hasta al más enojado o al más triste, diciendo: “¡Tooodo Belén, señol, señol!”.