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Escenario. En la ciudad existe un árbol por cada 33 personas, cuando lo ideal es un árbol por cada tres personas, reconocen las autoridades locales.Yadira Illescas

Ambato, en alerta por el robo de plantas y el poco arbolado

En el área urbana hay 18.000 y deberían ser más 100.000. Cada mes se hurtan 2.000 especies. Anuncian planes de arborización

Ambato, una ciudad conocida por su riqueza cultural y su oscilante actividad comercial, enfrenta un desafío ambiental significativo: el déficit de árboles. Pero a esto se suma el robo constante de las plantas sembradas en los parques públicos.

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Cabe recordar que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que las ciudades deben tener al menos 9 metros cuadrados de área verde por habitante para garantizar un entorno saludable.

Sin embargo, la capital de Tungurahua está lejos de alcanzar este estándar: la ciudad presenta un déficit considerable de árboles, lo que impacta negativamente en la calidad del aire, la temperatura urbana y el bienestar de sus ciudadanos.

¿Qué dice el Municipio en torno a esta situación?

Diego Reino, director de Gestión Ambiental de la Municipalidad, detalla que en la zona urbana se registran 18.000 árboles funcionales, de acuerdo con un censo, y lo ideal es tener un árbol por cada tres personas.

Se estima que el déficit es de 105.555 árboles, en los más de 300.000 habitantes de la ciudad, lo que afecta no solo a la biodiversidad y al paisaje urbano.

Reino resaltó que Ambato es la primera ciudad del país en ejecutar un censo para determinar el número real de árboles y plantas para elaborar el Plan Maestro de Infraestructura Verde y Arbolado Urbano con visión hasta el 2050.

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El censo, realizado a inicios del año, tuvo un costo de consultoría por 97.000 dólares. Dentro del plan, según el funcionario, está plantar en 25 años al menos 200.000 plantas. Para lograrlo se debe sembrar cada año unas 7.000 especies.

Este plan busca la regeneración de parques, nuevos espacios verdes y otros proyectos. En lo que resta de 2024 se espera realizar el cambio de árboles en sectores como las avenidas Atahualpa, Manuela Sáenz y en parroquias como Izamba con especies como arupo, cholán, jacarandas, cepillo rojo, guaba y otras, para así también atraer a las aves a la ciudad.

Para el proyecto de arborización, el Cabildo tiene presupuestado $ 90.000. Las especies son reproducidas en el vivero municipal para plantarlas en las áreas verdes de la urbe, explicó Andrea Escobar, responsable de la Unidad de Mantenimiento de Espacios Verdes y Arbolado Urbano. Para el mantenimiento de 650.000 metros cuadrados de áreas verdes, contratan a 16 microempresas locales y en el vivero laboran 12 personas.

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Situación. Cada mes la Municipalidad repone al menos unas 2.000 plantas por los constantes robos que se registran en diferentes espacios públicos, sobre todo los parques.
Yadira Illescas

Dentro del vivero municipal, en una hectárea cultivan cada año unas 300.000 plantas. Cada mes deben reponer al menos 2.000, ya sea por robo o porque las personas no cuidan de las mascotas, que las destrozan. Esto representa un gasto adicional de $ 200 diarios para los cuidados de los parques y áreas verdes, de acuerdo con el departamento municipal.

Pese a los esfuerzos para plantar más árboles y arbustos en parques y áreas verdes, el robo de plantas es un problema recurrente en la ciudad. Se estima que cerca de 1.000 plantas son sustraídas cada mes de los parques, un hecho que dificulta los proyectos de reforestación.

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Para el arquitecto Hernán Paredes, toda la ciudad, tanto en su área urbana como rural, requiere de un buen programa de arborización con especies que contribuyan a mejorar las condiciones climáticas y ambientales.

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Pero para mejorar el ornato de Ambato y que vuelva a ser la ‘Tierra de las Flores’, también requiere del apoyo ciudadano. Por ejemplo, a María Flor Jiménez, una activista ambiental, le frustra observar cómo son despojadas las plantas de los sitios en que fueron sembradas. “Esto no solo retrasa los proyectos de reforestación, sino que también desmotiva a la comunidad que quiere ver su ciudad más verde”, denuncia.

La falta de conciencia ambiental entre algunos habitantes lleva a que no se valore la importancia de mantener y cuidar las áreas verdes.

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