Una feria trae nueva vida a dos barrios del sur de Ambato
El comercio se ha dinamizado en Shuyurco e Inecel desde que llegó la Feria de Autos Usados. Hay más negocios y visitantes
Hace dos años comenzó el auge comercial en los barrios Shuyurco e Inecel, en el sur de Ambato. Los propietarios de terrenos construyeron locales para alquiler, donde actualmente se ofrecen servicios de todo tipo relacionados con la compra y venta de vehículos.
Los barrios Shuyurco e Inecel, de la parroquia Picaihua, han experimentado un crecimiento comercial desde hace dos años, a raíz de la instalación de la Feria de Autos Usados y del Centro de Revisión Técnica Vehicular, que aglomera cada semana decenas de visitantes.
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Son más de mil habitantes los que habitan entre los dos barrios, según cifras oficiales. Mónica Valencia, quien ha vivido por más de una década en Shuyurco, comentó que desde 2018 comenzaron a notar un cambio, y las familias se reactivaron con las obras de vialidad y alcantarillado.
“En 2017 trasladaron la Feria de Finados al recinto ferial y con el Centro de Revisión y la Feria de Autos muchas familias encontraron una forma de emprender. Ahora no se dedican solo a la agricultura. En las calles, de hecho, hay mucha más vida”, señaló la residente.
Luis Ocaña, quien lleva 34 años viviendo en Inecel, aseguró que parte de su propiedad fue expropiada para permitir que no se detuvieran las obras de asfaltado hace seis años. “El barrio ha mejorado mucho. Ahora tenemos líneas de buses circulando”, reconoció.
Ahora se ve a la gente caminando, comprando, recorriendo nuestras calles. Eso reanima.
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Para la habitante Mariana Vaca, la feria ha ayudado a visibilizar el área. Y es que hoy en aproximadamente cinco cuadras es posible encontrar comedores, oficinas de asesoría legal, garajes, copiadoras, venta de extintores y todo tipo de servicios relacionados con los vehículos y sus trámites legales.
Los ingresos de la feria benefician al desarrollo del barrio
Luis Chango, presidente del Gobierno Parroquial de Picaihua, mencionó que existe un canchón de 3 kilómetros cuadrados con capacidad para 4.000 vehículos que ocupan la feria, donde se cobran 80 centavos por cada vehículo liviano y 1 dólar por los pesados. Estos recursos son reinvertidos por la Municipalidad en obras para la parroquia. Actualmente se está gestionando la construcción del Mercado Mayorista de Vehículos Usados, para continuar mejorando la zona.
En el barrio también se encuentra el Centro de Revisión Vehicular, donde de enero a junio de 2024 se han matriculado 31.651 vehículos, según la Dirección de Tránsito, Transporte y Movilidad de Ambato.
La migración, la inseguridad y la crisis económica, sin embargo, han impactado también al barrio. Se han registrado robos en los locales y estafas a quienes realizan actividades comerciales con vehículos, lo que empieza a preocupar.
Luis Anilema, un comerciante local, aseguró que aunque se toman medidas preventivas, los delincuentes encuentran la forma de cometer delitos. En los barrios se han activado ya botones de seguridad y se han instalado alarmas comunitarias para estar atentos a cualquier hecho delictivo. No quieren que se pierda la vida que se percibe hoy en las calles.
La inseguridad empieza a crecer en el sitio
Anilema, quien también se dedica a la venta de autos, indicó que la inseguridad y la considerable migración que ha afectado a los barrios de Picaihua se reflejan en la venta de vehículos, lo que repercute en los negocios más pequeños.
“Antes vendíamos hasta tres carros en cada feria. Ahora apenas vendemos uno a la semana y a veces ni siquiera eso. La caída en las ventas ha sido drástica”, mencionó.
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Las ferias se realizan los lunes y martes. Antes de la pandemia, un vendedor promedio comercializaba hasta seis vehículos por feria. Hoy las ventas han disminuido en un 70 %.
Agregó que quienes migran optan por reunir dinero para pagar deudas en lugar de invertir en vehículos. Además, la delincuencia ha disuadido a los mayores compradores, que solían llegar de la Costa, debido al riesgo de que les roben los autos y luego sean extorsionados.
Pese a todos los inconvenientes, en estos dos barrios esperan que las cosas mejoren y las autoridades atiendan sus necesidades apremiantes, como la seguridad.
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