Ambato: El mal olor del relleno sanitario inunda cuatro barrios

Jimena Morales, de 29 años, ya no puede más. Vive en el barrio El Arbolito, en el norte de Ambato, y asegura que los malos olores provenientes del relleno sanitario cercano son insoportables.

“Mi niña tiene cinco años y en los últimos meses he tenido que llevarla al médico varias veces por gripes y dolores de garganta. Yo sé que es por esto; el aire que respiramos no está bien”, comenta mientras intenta contener las lágrimas.

Cristina Ronquillo, vecina de Jimena, también comparte su preocupación. A sus 24 años, afirma que su pequeño hijo ha sido otro de los afectados. “Los médicos dicen que puede ser alergia, pero aquí todos sabemos de dónde viene el problema. Esto ya no es vida”.

Ambas madres representan el rostro de una crisis que afecta a unas 1,500 personas solo de cuatro barrios: El Arbolito, San Jacinto, Divino Niño y El Quinche. Aunque el problema no es nuevo, los olores se han intensificado en el último año, coincidiendo con la saturación del relleno sanitario de la ciudad.

César Manobanda, vocal del barrio El Arbolito, es claro al señalar el origen del problema: “Estos malos olores son el reflejo de que el relleno sanitario cumplió su vida útil. Esto debía solucionarse hace años”.

Según Manobanda, además de lidiar con la falta de alcantarillado en ciertas zonas, la comunidad enfrenta diariamente el impacto ambiental y sanitario del vertedero.

La situación del relleno sanitario

El relleno sanitario de Ambato, inaugurado hace más de 20 años, procesa alrededor de 300 toneladas de basura diarias, de las cuales 260 son desechos domiciliarios. En 2019, las autoridades advirtieron que solo quedaban 29 meses de vida útil, pero el cierre técnico aún no se ha concretado.

En la Empresa Pública Municipal de Gestión Integral de Desechos Sólidos de Ambato (Gidsa), aseguran que se han tomado medidas.

“Se estaba trabajando en la ampliación del relleno para extender su funcionalidad dos años más, mientras se planifica un cierre técnico adecuado. Además, buscan implementar plantas de clasificación y reutilización de residuos para reducir la contaminación”, explicó el exgerente Juan Ortiz.

¿Cuánto se requiere para la ampliación?

Según Ortiz, la ampliación requiere 29 hectáreas, de las cuales 25 están en proceso de expropiación. Sin embargo, la propuesta enfrenta resistencia de los propietarios de los terrenos aledaños.

El ingeniero ambiental Luis Carrillo advierte que los lixiviados y biogases, productos de la descomposición de los residuos, son las principales fuentes de contaminación. “Si no se manejan correctamente, estos pueden afectar los acuíferos y la calidad del aire, generando problemas de salud a largo plazo”, señala.

En los barrios afectados, el malestar crece. La radiación solar intensifica los olores, haciendo que el problema sea más evidente durante el día. Jimena Morales resume el sentir de muchos: “Nosotros no podemos esperar más; necesitamos una solución ya”.

Mientras tanto, las autoridades locales promueven campañas de reciclaje y reducción de desechos en los hogares, pero los vecinos consideran estas medidas insuficientes frente a la gravedad del problema. 

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