Ambato: los mercados mueren y la informalidad toma fuerza
Ciudadanos se quejan por trabas en el espacio público. El Municipio local anuncia un plan
Byron Guerrero, coordinador de la Asociación de Personas con Discapacidad Visual en Tungurahua, lamenta que las calles de Ambato estén rodeadas de obstáculos debido a la informalidad. “Las veredas están llenas de trampas por los comerciantes y en la calle los carros y buses son otro peligro, muchos pasan a velocidad”, acota.
Este es uno de los principales problemas que tiene Ambato, pues la creciente informalidad ha comenzado a amenazar hasta la supervivencia de la amplia red de mercados y plazas que tiene la capital de Tungurahua.
De acuerdo con el Municipio, se estima que 4.000 comerciantes no regularizados están ocupando las aceras de la ciudad, en especial en el centro.
Esta cantidad aumenta los días de las denominadas ferias: lunes, miércoles y viernes. Son fechas en las que llegan expendedores de diferentes partes del país y convierten las calles en mercadillos.
Esto, además, ya genera molestias a los comerciantes regularizados, como el caso de Carolina Ortiz, del Mercado Central: “Les gusta crear el caos, vivir en el desorden y no pagar impuestos”, precisa la mujer al referirse a quienes prefieren estar en las vías.
La situación se intensificó desde la pandemia, hace cuatro años, y ya el Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (INEC) alertó que, en el primer trimestre del 2024, el desempleo tuvo mayor crecimiento en Ambato con una cifra de 24,8 %.
¿Cuál es la postura del Municipio frente a esta situación?
Al respecto, Diana Caiza, alcaldesa de Ambato, asegura que está “a favor del empleo organizado” y que se está trabajando en un proyecto para que se integren todos los vendedores a la red de plazas y mercados. “Se ha destinado un presupuesto de $ 3,3 millones para impulsar el comercio, la seguridad y la regularización”, agrega Caiza.
Sin embargo, para algunos comerciantes que ocupan los mercados y los comercios formales piensan “que las autoridades tienen miedo poner mano firme para tomar el control de las calles”.
En tanto, un nuevo plan piloto empezó el 17 de julio anterior para tratar de poner orden en las calles céntricas, donde al menos existen siete mercados y plazas.
Hasta el momento no se observan los resultados, pero hay casos de comerciantes con armas blancas que han agredido a los agentes de control y orden e incluso a los canes.
Hechos que mantienen en alarma
Luis Bedón, director del Consejo de Seguridad Ciudadana, detalla que la iniciativa busca el orden y desde esa fecha han movilizado 300 comerciantes diarios y han entregado al menos 20 citaciones a quienes se resisten a la formalidad.
Recuerda que un can de la institución fue apuñalado en una pata, un agente fue atropellado y varios trabajadores municipales e incluso los comerciantes que ocupan los mercados son amenazados si insisten en los controles.
En un recorrido por los mercados de la ciudad, los comerciantes explicaron que muchos puestos están desocupados, como el Modelo, que de los casi 1.000 locales apenas el 40 % está ocupado.
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