incendio
Afectaciones. La quema de las más de 4.500 hectáreas ha afectado a decenas de especies animales que han tenido que migrar. La vegetación también sufre.CORTESÍA

Azuay, con 4.500 hectáreas consumidas por incendios

En los que va del año se ha extinguido más de lo que se perdió en todo el 2023. Sequía y la baja humedad, entre las causas

En lo que va del 2024, la provincia de Azuay superó la cifra de hectáreas de vegetación consumidas por los incendios forestales. La proyección realizada por la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR) es que este año cerrará como el de mayor afectación por estos hechos.

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Froilán Salinas, coordinador zonal de la SNGR, informó que hasta el momento el fuego ha destruido 4.522 hectáreas de vegetación, venciendo en casi cuatro veces el total de terreno afectado en el mismo periodo del año anterior, que apenas llegó a 1.800 hectáreas. “Incluso ya se superaron las 4.155 hectáreas afectadas en todo el 2023”.

La vegetación que mayormente ha sido extinguida es la de tipo primario y endémica de las zonas donde se registraron los flagelos. También ocurrieron incendios en las partes muy altas de las montañas, donde son zonas de recarga hídrica.

El funcionario explicó que este 2024 es particular dado que los hechos de mayor magnitud ocurrieron en cantones donde el índice era bajo hasta el 2023. Uno de estos casos es el de Girón, donde un solo hecho consumió más de 900 hectáreas.

BOOMBEROS CUENCA
Respuesta. Los bomberos de distintas ciudades se han unido para buscar aplacar el fuego que se ha encendido. La tarea no ha sido sencilla para los uniformados.CORTESÍA

Los factores que se repiten en los lugares donde se inició el fuego son zonas de expansión agrícola y ganadera de parroquias rurales de los diferentes cantones azuayos.

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En tanto, para atender las emergencias en Cuenca, pese a que se han registrado menos incendios forestales que el año anterior, es una tarea críticas debido a la situación de sequía hídrica por la que está atravesando el cantón: 65 días sin lluvias que permitan recuperar los caudales y mantenerlos dentro de la normalidad.

Sixto Heras, jefe del Cuerpo de Bomberos de Cuenca, explicó que para la sofocación de los incendios se utiliza el agua de la red de la Empresa Municipal de Agua Potable de Cuenca (Etapa EP), llegando a consumir hasta 30.000 litros de agua por emergencia.

El funcionario recalcó que las quemas se dan principalmente por la intención de los ciudadanos de las zonas rurales de cambiar el uso del suelo, mientras que en las zonas urbanas han sido por querer limpiar la basura de los terrenos.

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Se superaron las 4.155 hectáreas que se afectaron por incendio de todo el 2023. En este año van ya van 4.522.

.Froilán Salinas

coordinador zonal de la SNGR

Wilson Chimborazo, ingeniero ambiental y consultor en temas de cuidado ambiental, detalló que los incendios forestales son producto de tres factores principales que están relacionados directamente con la intervención humana: la baja humedad del ambiente por el cambio climático, la preparación agrícola y la sequía.

Sobre la situación climática, puntualizó que el largo verano que está pasando la zona austral hace que la condición de la vegetación sea de fácil expansión de cualquier tipo de fuego que se encienda.

Esta situación está directamente relacionada con la poca humedad que presenta el ambiente que, hasta el viernes anterior, se mantenía por debajo del 30 % y se convierte en un factor “bastante peligroso”. Puso como ejemplo a una botella abandonada en el páramo, que puede hacer el efecto lupa y se puede iniciar el fuego.

Finalmente, el experto apuntó que en el Austro estos meses son de siembra y “los agricultores, para preparar los terrenos, sacan la maleza y prenden fuego para deshacerse de ella”.

Chimborazo recalca que los incendios reducen los bosques, el páramo y la vegetación endémica que aportan a la conservación de las zonas de recarga hídrica. Actualmente, han sido un factor de contaminación ambiental que ha dejado a Cuenca cubierta de una bruma espesa por la presencia de partículas contaminantes.

En búsqueda de la recuperación de lo afectado

La recuperación del suelo afectado por el fuego dependerá del tipo de terreno; los bosques primarios y los pajonales son los que mayor tiempo toman en recuperarse, ya que puede superar los 10 años.

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En tanto, Carlos Espinoza, director de Gestión Ambiental y Cambio Climático de la Prefectura de Azuay, dio a conocer que en agosto de 2024 aprobaron una ordenanza de gestión ambiental de la provincia que busca reservar nuevas zonas como protegidas y que sea una obligación delimitar el uso del suelo.

En este listado de zonas de conservación y reserva ecológica se incluirán principalmente puntos que sean de recarga hídrica, bosques primarios y pajonales. “Hemos identificado que en estas zonas se están realizando actividades de ganadería y agricultura”, adelantó.

Según el funcionario, el listado permitirá crear la Red Provincial de Áreas Protegidas que permitirá que los municipios de cada cantón puedan invertir recursos en su conservación.

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